Plantas frutales de calidad: el potencial de los viveros chilenos para asumir los nuevos desafíos del mercado internacional
Después de un par de años en el que el mercado exportador de plantas estuvo disminuido, hoy el panorama es alentador: mejoras en los procesos de certificación, la irrupción de nuevos mercados con nuevas variedades y el trabajo metódico de toda la industria demuestran que el sector viverístico chileno está preparado para asumir la creciente demanda del mercado internacional por plantas de calidad.
El mercado de exportación de plantas frutales, a través de los portainjertos y material de propagación, es mirado con optimismo. El dinamismo de la actividad mostró signos de una buena recuperación comparado con años anteriores y durante 2024 y comenzó a marcar una tendencia a estabilizarse, mostrando un aumento del 20% al enviar al extranjero 63 millones de plantas situando a Chile nuevamente como uno de los referentes en la exportación de plantas como olivos, cerezos, arándanos y vides entre las especies frutales que hoy lideran los envíos al extranjero.
Proceso de exportación de frutales: un largo camino que recorrer
Para lograr y asegurar el compromiso comercial del envío de miles de plantas al extranjero, el trámite de la certificación fitosanitaria se ha ido agilizando. “Tenemos tres laboratorios que trabajan con el SAG para realizar estos análisis, eso ha permitido bajar los costos, pero por lo general, para poder certificar una partida al extranjero, el gasto es importante, porque tenemos que asegurarnos que estas plantas cumplan con los requisitos que imponen los países de destino”, agrega la profesional del Servicio Agrícola y Ganadero.
El proceso logístico de los productos también es de vital importancia, por los que hay pasos que cumplir antes de un envío: certificación de la planta madre, además del lote que se embarcará, siempre con los debidos resguardos fitosanitarios. “Una vez recibidas las certificaciones que muestran que las partidas están libres de todo tipo de virus, podemos gestionar y exportar el material: lo embalamos y lo llevamos a una cámara de frío para que no pierda temperatura. Si va por tierra o aire, siempre coordinamos con el SAG, se carga el camión y ellos certifican que está OK y ponen un sello que no se debe vulnerar; si el transporte es por vía aérea llevamos un camión con cámara de frío y en el aeropuerto personal del SAG lo rompe y autoriza el embarque; si es por tierra, el sello no se debe vulnerar hasta que la autoridad sanitaria del país correspondiente lo rompa”, comenta Vicky Lagos.
“Siempre es un desafío enviar plantas a otros países, al ser seres vivos, debemos tener el mayor cuidado posible. LLevamos más de 20 años exportando, lo que nos ha permitido tener una logística bien afinada con los organismos regulatorios en la documentación requerida y las condiciones de calidad con las que se envían nuestras plantas”, comenta por su parte, Jorge Rodríguez, gerente comercial de Agromillora Sur.
“Como Agromillora, al igual que los otros viveros que forman parte de la Asociación de Viveros son súper correctos en su actuar. Se ha visto en terreno que el estándar del viverismo chileno es muy alto y lo que más nos ha gustado, y en lo personal, es cómo se ha avanzado para contar con toda la cadena productiva certificada, como por ejemplo, de tener desde la planta madre y áreas de multiplicación in vitro, de aclimatación y de engorda, lo que en definitiva ayuda a que las plantas estén protegidas en todo el proceso productivo y así asegura a quien las adquiera, van completamente sanas”, comenta por su parte, Soledad Labbé.
Nuevas oportunidades de crecimiento en un mercado que exige alta calidad
Durante el 2024 del total de ventas de Agromillora Sur, el 9,5% de su facturación correspondió a exportaciones de plantas. “En el último tiempo, sumado a lo que hemos enviado históricamente, hay muchas solicitudes de berries, principalmente plantas de arándano y frambuesa. A nivel corporativo vemos un crecimiento a nivel mundial, lo que nos ha posicionado como un actor relevante por la experiencia en exportar y la red de laboratorios a nivel mundial, que permiten desarrollar este proceso en forma ágil y oportuna, con los más altos estándares de calidad”, comenta Jorge Rodríguez.
“Esperamos poder seguir operando de igual manera, produciendo plantas para abastecer el mercado argentino, ideal poder hacerlo a través de otros viveros de allá que puedan distribuir la genética y hacer seguimiento al estado de las plantaciones, además abrir nuevas oportunidades en la Región. Sudamérica tiene un tremendo potencial, tendrá que alimentar a gran parte del mundo los próximos años”, finaliza.
