Nuevo modelo de cultivo del avellano

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Oportunidad y alternativa rentable para la agricultura española.

En el próximo número de la revista OLINT desde AGROMILLORA les haremos partícipes de un nuevo modelo de cultivo del avellano. Nuestra experimentación nos ha llevado a obtener resultados sorprendentemente positivos en regiones y condiciones edafo-climáticas donde tradicionalmente el cultivo del avellano habría sido descartado. Los ingredientes de este nuevo modelo no son nuevos:

Genética + Seto + Agronomía + Innovación técnicas de multiplicación = Sistema eficiente y rentable de cultivo

En España el cultivo del avellano ha estado limitado tradicionalmente a la provincia de Tarragona y de manera más testimonial a zonas de la cornisa cantábrica. Agronómicamente es un cultivo muy atractivo para los productores porque requiere de pocos cuidados, no necesita mucha agua ni productos químicos, exige pocos gastos de explotación, y las tareas de mantenimiento y recolección están muy mecanizadas.

El consumo a nivel mundial se incrementa, y los grandes grupos comercializadores empujan las plantaciones con acuerdos beneficiosos para los agricultores. Les traducimos a continuación un artículo publicado en diferentes medios italianos que refleja el potencial de crecimiento de este cultivo y la realidad actual del mismo en un país como Italia. Un nuevo horizonte de rentabilidad y perspectivas futuras que nada tienen que ver con el know how y desarrollo del cultivo llevado a cabo en España hasta el momento.

En un año en el que la producción nacional en Italia es deficitaria, la tensión en los precios muestra el peso que tiene nuestra calidad y el origen. Cartas para poder jugar en el tumultuoso crecimiento del mercado mundial. Porque lo del avellano «no es una burbuja».

Aumenta la superficie del avellano, la producción disminuye. El impulso transmitido por los proyectos de la cadena de suministros a la agricultura italiana no alcanza el objetivo, de aumentar la masa crítica de la avellana italiana en los mercados mundiales este año. Es la paradoja provocada por los efectos del cambio climático.

«A pesar de la presencia – explica Pier Paolo Bertone, presidente de la Asco-Piemonte – de una buena floración al comienzo de la campaña, la producción de avellanas en el Piamonte ha resultado bastante escasa, hay muchas zonas donde la producción ha caído hasta un 50-60% en comparación con el año anterior».

Culpa de la tendencia climática anómala que ha afectado a la península desde los primeros meses de 2019.

«Primero, las altas temperaturas en febrero – continúa Bertone– condicionaron la polinización, posteriormente unos descensos repentinos de las temperaturas, y las abundantes lluvias en los meses de abril, mayo y principios de junio, han determinado una mala producción y una abundante caída anticipada del fruto. Las chinches asiáticas y las fuertes precipitaciones durante las fases de cosecha hicieron el resto, condicionando el resultado de la producción».

Problemas similares se han registrado también en otras áreas típicas de avellanas, comenzando desde Viterbo.

«También aquí – admite Pompeo Mascagna presidente de la Assofrutti – la producción de 2019 será recordada por la escasez. De hecho, estamos alrededor del 60% en comparación con los rendimientos del año pasado, que ya era un año de datos medios. Culpa del clima particular que ha marcado todas las fases más críticas del ciclo vegetativo del avellano».

La diferencia en comparación con el Piamonte, con rendimientos ligeramente más altos, se debe principalmente a la presencia más rara de la chinche asiática Halyomorpha halys, que se concentra principalmente en el norte.

Plantación de avellano en seto en Finca Porxina, en la provincia de Zaragoza.
Plantación de avellano en seto en Finca Porxina, en la provincia de Zaragoza.

Incluso en Campania, el clima excepcionalmente cálido y seco del último invierno ha penalizado al avellano desde el inicio de la floración. «En general – afirma Riccardo Calcagni de Besana – la mayor parte de la producción, equivalente a aproximadamente el 80%, proviene de la primera parte de la floración, pero este año el calor ha provocado un cambio en la fase del cultivo y una gran parte del polen se ha dispersado. Después llegó una segunda e incluso una tercera floración, pero el daño ya estaba hecho».

El impacto de estas anomalías climáticas repercutirá en el balance nacional de la producción del año. La superficie italiana está en creciendo claramente. El ISTAT para 2019 registró 86.253 hectáreas cultivadas, lo que equivale a un aumento de 13 mil hectáreas con respecto hace 4 años. Unos datos que, a principios de año, llevó a imaginar una proyección de la producción de aproximadamente 150 mil toneladas de avellanas con cáscara.

Una estimación optimista que ahora se revisará, dado que la respuesta de la recolección lleva a un total de no más de 75-85 mil toneladas. Una escasez que afecta principalmente al Piamonte, donde hay muy pocas avellanas, pasando de una cosecha normal de 11-12.000 t a 5-6.000 t (sin cáscara).

Una situación similar a la de la campaña 201415, en la que un nivel de producción similar condujo al auge de las importaciones de avellanas de hasta 106 mil toneladas. Uno de los pocos años en que la importación ha superado a la producción nacional. Un récord de déficit que probablemente se superará este año, porque fuera de Italia, la campaña 2019 ha sido positiva para el avellano.

De hecho, la INC (International nut & dried fruit council), en noviembre, revisó sus estimaciones de producción anual de frutos secos al alza.

La asociación prevé una producción total de 4,5M de Toneladas gracias un incremento sostenido de la producción de nueces (969 mil toneladas +10%) y avellanas (530 mil toneladas de producto pelado, +15%), esta última gracias en particular al desarrollo de Turquía, Francia y España. Turquía consolida así su posición como líder mundial con una cuota productiva que supera el 63% del total, y ello a pesar del aumento de las superficie productiva registrada en Italia, pero también en Azerbayan (+63%), Georgia (+23%) y USA (+22%), y en nuevos territorios como Chile o Sudáfrica.

Gracias a un añada que en ese lado del Bósforo, ha resultado particularmente positiva tanto por cantidad como por cualidad, las exportaciones de avellana turca han alcanzado un nivel récord durante los meses de septiembre a noviembre. El volumen de los envío desde Ankara más allá de sus fronteras según la Asociación de Productores y Exportadores del Mar Negro, ha aumentado un 72% en estos meses cruciales con respecto al mismo periodo del año pasado, alcanzando casi las 100.000 toneladas.

Para los productores italianos podría ser la tormenta perfecta, dado los precios no comparables de la avellana turca. Pero en su lugar el listado de precios italianos han esquivado el temido impacto de la globalización y también la avellana italiana se ha revalorizado cerca de una media del 26%, con puntas de un 35% para variedades como la Tonda de Giffoni (Fuente: ISMEA).

Cotizaciones que han creado incluso confusión en las primeras semanas de comercialización de la nueva campaña de recolección para después asentarse, según la Cámara de Comercio piamontesa, entorno a los 10 Euros por punto de rendimiento para la variedad «Tonda de Gentile trilobata», 11,5 euros para las variedades calificadas como «IGP Avellana del Piamonte» (el punto de rendimiento es un índice que hace referencia al peso del fruto, a la semilla en sí, referida al hueso). Para llegar al precio por kilo es necesario multiplicar el valor cotizado por un porcentaje, que según el año varía entre el 45 y el 48%.

Es justo remarcar «que estos precios – como especifica Bertone- no han podido compensar a los agricultores por las pérdidas productivas sufridas», pera también es cierto que el avellano, en relación a lo que está ocurriendo con otros productos agrícolas, y en particular con la fruta fresca, no puede generar tampoco demasiados lamentos.

Los países top para producción (izquierda) y exportación (derecha) de avellanas

Italia, un papel decisivo

Italia —apunta Vincenzo Lanuzzi, responsable del área económica del sindicato CONGRAGRICULTURA— es el centro del sector corilícola mundial, siendo el segundo productor, el segundo importador y el tercer exportador. La superficie en producción en Italia ha crecido más de lo que lo ha hecho en Turquía y en el resto del mundo (+18% en cuatro años) y los precios han sufrido desde el año 2012 una revalorización del 12%, el doble con respecto a lo ocurrido a nivel mundial, y cuatro veces si consideramos los precios en Turquía. Síntoma de que el origen y el “made in Italy” son todavía un aspecto fundamental junto al buen hacer de los agricultores.

El reto de ser la referencia a nivel mundial

Las variedades —comenta Calcagni— que se utilizan en las nuevas plantaciones en todo el mundo son italianas o proceden de parentales italianos. Este hecho en lugar de acrecentar la competencia internacional asegura la ventaja competitiva de convertir a Italia en una referencia a nivel mundial en el sector. Un estándar que combatir, o un mito inalcanzable (un poco como el Champán en el mundo de las burbujas) que depende sólo de los italianos.

Junto a los acuerdos sectoriales establecidos e impulsados por las grandes empresas transformadoras, está tambiérn la gran demanda en origen, de bienestar y de sostenibilidad que están guiando la reconversión de áreas enteras desde la fruta fresca (en crisis) hacia el cultivo del avellano.

Tanto Campania como Piamonte, es donde Besana, entre los líderes europeos de comercialización de fruta seca, está favoreciendo el cultivo de la avellana. Ejemplo manifiesto de ello son las grandes áreas transformadas a cultivo de avellano en la provincia de Caserta. «La prioridad son empresas agrarias con elevada especialización y con una alta orientación a la sostenibilidad». El avellano es un cultivo de profesionales que no se puede improvisar.

Una demanda que no muestra signos de caída

Más allá de factores internos, a favor de este cultivo juegan factores externos. El consumo de avellanas sigue creciendo a un índice superior al crecimiento de las nuevas plantaciones y de la producción. INC calcula un incremento de consumo de más de un 30% desde el año 2013 al 2017, de 358 a más de 466 mil toneladas. Además nuevos e importantes mercados como el chino están escalando gradualmente la clasificación de los países de mayor consumo. Este año se ha convertido ya en el tercer destino de la avellana turca, sólo por detrás en número de las exportaciones realizadas a Italia y Alemania. En el periodo de Octubre a Noviembre, según las autoridades turcas (Fuente: www.trt.net.tr/Anasayfa/Anasayfa.aspx), las avellanas y los productos elaborados con las mismas se sitúan en el primer puesto en valor de las exportaciones llevadas a cabo a China, con un valor de 71 millones de dólares (un 101% más que el año anterior).

Destellos de paz entre usa y china

Una tendencia que está destinada a aumentar y de la cual podría beneficiarse también Italia, visto que la guerra comercial entre China y USA. El gigante asiático impone hoy a la importación de avellana un 10% de tasas. Claras señales todos los anteriores puntos de que el cultivo del avellano no es una burbuja como sostienen sus detractores, sino una realidad destinada a crecer y a perdurar en el tiempo.

Después de diez años de crisis financiera y comercial la confianza de muchos agricultores en los posibles cultivos alternativos ha disminuido. Italia posee no obstante una gran experiencia en este cultivo que requiere capacidad de asociación. Los acuerdos entre los distintos eslabones del sector están contribuyendo a difundir su know how. Para llevar a cabo la elección justa es necesario, eso sí, seguir mirando lo que sucede en los mercados Internacionales.

Tantas flechas en el arco

Guerras sociales, tensiones comerciales, cambio climático, el incremento demográfico de la población mundial, políticas agrarias de conservación de los recursos naturales: son los factores que pueden reflejarse en le nivel de precios agrícolas, dificultando el trabajo de los agricultores. Elementos críticos que se deben afrontar desde un elevado nivel organizativo y con una clara orientación a la innovación. El déficit productivo de este año constata que el esfuerzo para hacer crecer la avellana italiana es una elección oportuna y necesaria, que exige también la oportuna inversión en investigación agronómica y genética para minimizar asepectos como a la alternancia productiva u otros aspectos negativos de este cultivo.

Salud y bienestar personal, sostenibilidad, tipicidad y tradición: son los factores que están guiando la adquisición deproductos top del sector agroalimentario en todo el mundo, y cada uno de estas cuestiones es una flecha en el arco del cultivo del avellano. Un tren que la agricultura italiana, en fuerte crisis de rentabilidad, no puede permitirse perder. Coronarse como segundo productor no tiene ningún sentido si la distancia con el primero es abismal. Si Italia quiere compararse con Turquía, incidir en el mercado, en el establecimiento de los precios, e imponer su imagen y su calidad, no tiene alternativa: o crece y aumenta su peso específico en el sector o sigue en fuera de juego.

Consumo mundial de avellanas
Tabla 1. Consumo mundial de avellanas (Estimación INC, International Nut&Dried Fruit Council). Consumo per cápita estimado en base a la población real que consume avellanas, excepto en el total donde se hace referencia a toda la población.

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