Corette: desde Michigan, una revolución para cultivos de cerezo sostenibles
El cultivo del cerezo siempre ha despertado un notable interés en el sector hortofrutícola, incluso en momentos en que otras especies, como el melocotonero, atravesaban profundas crisis.
El cerezo ha cosechado los frutos de una combinación de diversos factores, como el creciente aprecio del producto por parte del consumidor, la innovación varietal y la mejora del modelo de cultivo. La innovación varietal, primero con la conquista de la autofertilidad, la mejora de los perfiles organolépticos, la vida útil, el color, el calibre y la ampliación del calendario de maduración aportado por las nuevas variedades, ha contribuido mucho al crecimiento de este sector.
La necesidad de nuevos modelos para unos cultivos modernos
La evolución de las formas hacia sistemas bidimensionales resulta ser la elección obligada si el sector del cerezo quiere seguir creciendo en términos de rentabilidad y atraer nuevas inversiones y recursos. Los modelos de cultivo de alta densidad responden a la necesidad de implementar soluciones de cerezo de precisión, desde la introducción de equipos de gestión autónoma hasta la simple racionalización de las operaciones de poda, gestión del suelo y del follaje, que se simplifican mucho con los modelos en pared, elementos imprescindibles para la sostenibilidad y el crecimiento del sector.
Desde Michigan, una posible solución: Corette, la serie de patrones de cerezo que incluye Clinton, Cass, Crawford, Lake, Claire, cada uno con una vigorosidad y características distintas que los distinguen, pensados para satisfacer las necesidades del cerezo moderno. La serie Corette, por tanto, puede utilizarse en plantaciones en pared de densidad media, alta y superalta, capaces de adaptarse a todas las formas de cultivo elegidas por el agricultor.
En los últimos años se han realizado numerosas pruebas comerciales en distintas zonas de España (Cáceres, Mequinenza, Huesca) e Italia (Bari, Sammichele di Bari, Vignola) para normalizar y validar el uso de estos patrones. Los resultados preliminares son muy interesantes, considerando las condiciones climáticas extremas de los últimos años con veranos secos y ausencia de precipitaciones. Todos los patrones han reaccionado muy bien al estrés hídrico y a las altas temperaturas, desafíos que el cultivo moderno de cerezos debe afrontar si quiere avanzar.

Cass, Crawford, Lake: adaptabilidad y rendimiento frente al cambio climático
Esto se debe a la genética: si se compara la serie Corette con otros materiales comúnmente utilizados para cultivos de alta densidad, es fácil notar que ante el mínimo estrés hídrico y al superar los 32 grados, los ápices vegetativos de las plantas con patrones no Corette tienden a detenerse rápidamente y entrar en estrés de forma significativa. Esta era una de las grandes limitaciones que tenía el modelo en pared en zonas típicas del sur de España o Italia, donde la ausencia de patrones adecuados para estos ambientes había bloqueado, de hecho, la introducción o el paso a modelos bidimensionales.
Hoy esto es posible con la serie Corette: patrones que soportan mejor estas condiciones climáticas (estrés hídrico y temperaturas elevadas) para poder normalizar el modelo incluso en latitudes inferiores. Es difícil definir e identificar el patrón perfecto, porque no existe, de lo contrario serían inútiles los esfuerzos del mundo científico por encontrar nuevos. Pero sí existen patrones que se adaptan mejor a las condiciones climáticas, necesidades nutricionales y al modelo de cultivo que se desea establecer.
Es difícil explicar de forma exhaustiva las características de cada patrón, pero para quienes buscan precocidad en la maduración, la palabra clave es Cass. Este presenta una vigorosidad contenida, intermedia entre G-5 y G-6, excelente para plantaciones en pared o en maceta con vigor reducido, con entrada en producción muy temprana y una maduración anticipada estimada entre 4-6 días, diferenciándose claramente de los demás patrones de la misma serie y de los utilizados como referencia comparativa, como Adara, Colt, Maxma y Prunus Mahleb.
Este adelanto en la maduración de los frutos es muy evidente con variedades tempranas como Nimba, Sweet Aryanna, etc., acompañado de un incremento significativo del calibre de estos, llegando a un aumento que puede alcanzar el 27% si se compara con patrones como el Prunus Mahleb, referencia en los ambientes de cultivo del sur de Italia. En este punto se pueden abrir reflexiones mucho más importantes sobre cómo satisfacer la demanda de una variedad específica proponiéndola al mercado, pero produciéndola con patrones distintos, ampliando el calendario de oferta y conquistando una mayor fidelidad del cliente hacia esta.

Crear continuidad y estabilidad en el mercado utilizando simplemente una variedad no siempre es suficiente; la variedad ideal tampoco existe, pero a veces todo debería verse desde las raíces.
Para quienes buscan vigor intermedio y rusticidad, la solución es Crawford, que presenta una vigorosidad similar a G.6, muy rústico y adecuado para condiciones de suelo no óptimas. Parece prometedor para condiciones de replantación y ciclos de reimplantación en la misma parcela. Posible uso para plantaciones en maceta o en eje, entrada temprana en fructificación sin afectar la producción ni el tamaño y peso de los frutos, soportando muy bien también variedades medio tardías y autofértiles que tienden a sufrir por exceso de producción.
Una situación intermedia está representada por Lake, que presenta buena rusticidad, aunque menor que Crawford, pero determinando un ligero adelanto en la maduración de los frutos, se configura como un buen patrón intermedio que combina un poco todas las necesidades del fruticultor experto.
Perspectivas prometedoras para la serie Corette
Se trata aún de primeras evaluaciones que requieren más años de pruebas y experimentaciones para confirmar estos datos, pero haber distribuido las pruebas en distintas zonas con diferentes variedades nos permite ser optimistas sobre esta serie de patrones que sin duda impulsará este mercado de gran interés.
No menos interesantes son Claire y Clinton, sobre los cuales las pruebas han dado resultados aún parciales; Clinton parece tener la vigorosidad más baja de todos, aunque demuestra una excelente rusticidad que resulta ser una prerrogativa genética de toda la serie.