Los ciclos de precios en cultivos de alto valor
"Que el sector agroalimentario sea un sector estratégico no es algo que sorprenda a nadie"
Que las oportunidades de inversión que ofrece son palpables y que a largo plazo presentan una rentabilidad riesgo muy atractiva tampoco se nos escapa.
Una de esas oportunidades son los cultivos de alto valor, un término que es comúnmente utilizado, pero con distintas interpretaciones. Según mi criterio, alto valor implica:
- Consumo en aumento a largo plazo
- Alimentos beneficiosos para la salud
- Buenas rentabilidades asociadas a su cultivo
- Oportunidades de mercado: nuevos países introduciendo consumo
- Sostenibilidad integrada en la propuesta de modelo de cultivo del proyecto
- Inversiones a largo plazo, con una revalorización del proyecto
Entre estos cultivos, nos encontramos el olivo, almendro, aguacate, cítricos, pistacho, berries o avellano, entre otros.
Estos productos, que representan una oportunidad de inversión a largo plazo, están sujetos a fluctuaciones de precio. Y esas fluctuaciones atraen y alejan a los inversores como si fueran imanes con polos opuestos o iguales E stos productos, que representan una oportunidad de inversión a largo plazo, están sujetos a fluctuaciones de precio. Y esas fluctuaciones atraen y alejan a los inversores como si fueran imanes con polos opuestos o iguales.
¿Por qué invertimos a largo plazo utilizando los precios del corto plazo?
En cultivos leñosos, que tardan 2-3 años en empezar a producir en el mejor de los casos, tener una visión más largoplacista nos ayudaría a cometer menos errores.
Lo hemos visto en viticultura con variedades como el moscatel, el verdejo, la garnacha o el tempranillo, que han sido, fruto de la moda u otras decisiones, plantadas por todos los rincones de España, y, al cabo de 3-4 años, arrancadas en muchos de esos lugares. Tal vez, la variedad no era la que mejor se adaptaba a la zona. Tal vez, la demanda de esa variedad rápido se cubrió con algunas plantaciones. O, tal vez, el consumidor cambió, y, fruto de las altas temperaturas que nos han acompañado estos años, prefirió tomar vinos blancos o espumosos, servidos más fríos, y con una sensación más refrescante. Sea por lo que fuere, los proyectos agrícolas de la mayoría de especies leñosas son de largo plazo, y, es recomendable basar las decisiones estratégicas observando y analizando las tendencias de consumo, las oportunidades de mercado, y las ventajas competitivas de nuestro proyecto.
Con los precios del aceite de oliva de los últimos años, han sido innumerables los nuevos proyectos de olivar que se han ejecutado y lo siguen haciendo. Del mismo modo, se están arrancando proyectos de almendro u otros cultivos que se iniciaron hace 3-5 años. Esto ya sucedió hace menos de 10 años, cuando se abandonaban algunos olivares, mientras se plantaban miles de hectáreas de almendro. De esa forma, ahora existen precios muy atractivos para la producción de almendra, lo que parece un cambio de ciclo, según muestran las gráficas.
Cuando analizamos los precios a 20-25 años, que viene a ser la duración mínima de los proyectos de algunos cultivos leñosos, observamos marcados ciclos de precios en los productos, siendo una realidad que se viene repitiendo cada 5-7 años.
Es por ello que, en una inversión de cierta dimensión y duración, no tiene sentido dejarse llevar excesivamente por los precios del hoy, y sí por las previsiones del largo plazo.
Es conocido que los ciclos de precios están condicionados en gran parte por:
- La producción global
- Consumo global
- Aspectos regulatorios y comerciales
La producción global
Consumo
Cambios de hábitos como consumir menos azúcar, más proteína vegetal, eliminar de la dieta las grasas saturadas… son algunas tendencias de consumo que no podemos desconsiderar y que influyen en la demanda, y, por ende, en los precios.
Aspectos regulatorios y comerciales
Y una de las respuestas más comunes, suele ser: diversificando. La diversificación de cultivos y geografías se antoja fundamental.
Las distintas geografías funcionarán como colchón ante incidentes climáticos o sequías en determinadas cuencas hidrográficas, y la diversificación de cultivos nos permitirá evitar esas ciclicidades de precio y que nuestro proyecto tenga unas buenas rentabilidades medias a largo plazo.

