Micropropagación del pistacho: la ciencia al servicio del agricultor

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Dada su naturaleza heterocigótica y la dificultad de enraizar estaquillas, la técnica de multiplicación in vitro es especialmente valiosa para la propagación de portainjertos de pistacho. Con la creciente demanda de planta de vivero, la clonación mediante técnicas in vitro ha posibilitado la propagación vegetativa de material vegetal true-to-type y con calidad sanitaria.

La micropropagación por cultivo de ápices y yemas utilizada en Agromillora es sinónimo de propagación vegetativa por estaquillado; sus diferencias serían que para la primera (1) se utiliza como material vegetal de partida una parte muy pequeña de la planta, normalmente una o pocas yemas, (2) estas yemas se mantienen en frascos, en un medio de cultivo específico, y (3) se lleva a cabo en condiciones asépticas.

Estas particularidades ofrecen ventajas incuestionables en la práctica de la multiplicación vegetativa en la producción viverística.

En primer lugar, la técnica de propagación in vitro proporciona un incremento exponencial del coeficiente de propagación, permitiendo la producción de un número muy grande de plantas clonales en un período corto de tiempo. A partir de una cantidad muy pequeña de material de partida se pueden producir millones de plantas.

Puesto que se necesita una cantidad de material vegetal relativamente pequeña para iniciar el cultivo in vitro, se puede realizar una cuidadosa selección para conseguir que el material de partida esté libre de enfermedades y verificar su identidad genética. En Agromillora este material de partida -el Material Inicial-, consiste en 2 plantas representativas de la variedad.

Como resultado, la técnica es altamente valiosa por su contribución a la lucha fitosanitaria; las plantas obtenidas libres de virus, bacterias y hongos patógenos constituyen un material de excelente calidad para las plantaciones.

Además, es una producción que muestra una alta homogeneidad, tanto en la etapa de producción viverística como en etapas posteriores, permitiendo a los agricultores aumentar el rendimiento y la eficiencia en las explotaciones.

Al trabajar en condiciones perfectamente controladas en laboratorio y en invernadero, que permiten una programación precisa del calendario de producción, se mitiga el efecto estacional y se pueden producir plantas prácticamente en cualquier época del año.

También, al facilitar el intercambio de material genético, en Agromillora nos ofrece la posibilidad de poner en el mercado nuevas variedades mejoradas y selecciones de manera casi inmediata, como sería el caso de ‘Platinum’.

Básicamente, la propagación in vitro de plantas en nuestro laboratorio es un proceso en el cual las yemas del Material Inicial de la variedad son aisladas, esterilizadas superficialmente, e incubadas en un ambiente estéril promotor de la brotación y la multiplicación de plantas clonales. Las 5 etapas operacionales del proceso serían:

Reservorio insect-proof de Material Inicial (MI)
Foto 1. Reservorio insect-proof de Material Inicial (MI).
Material Inicial (MI) de Platinum.
Foto 2. Material Inicial (MI) de Platinum.

 

 

 

 

 

 

Fase 0: Selección y mantenimiento del Material Inicial (MI).

En Agromillora, el origen de todas las yemas es el Material Inicial, plantas madre que se ha analizado para garantizar su calidad sanitaria y se ha verificado su identidad genética. Estas plantas se mantienen en invernaderos insect-proof y en regímenes específicos de riego, nutrición, poda, tratamientos y control de plagas, para impedir infecciones o contaminaciones.

Fase 1: Establecimiento del cultivo in vitro.

Durante esta etapa se realiza la esterilización de yemas y ápices y su implantación en medios que cultivo estériles para conseguir el inicio del crecimiento y un buen desarrollo sin contaminación.

Fase 2: Multiplicación.

Las yemas se transfieren asépticamente a frascos de cultivo para activar la multiplicación. La composición del medio de cultivo y las condiciones ambientales se optimizan para conseguir la máxima generación de nuevos micro-esquejes clonales. La duración de esta etapa se limita para garantizar la estabilidad genética y las líneas de cultivo se renuevan periódicamente..

Fase 3: Elongación.

Después de repetidos subcultivos, los micro-esquejes se transfieren a la última etapa in vitro. Mediante modificaciones en el medio de cultivo y condiciones ambientales, en esta etapa se detiene la multiplicación, se favorece la elongación del ápice, y se induce la formación de raíces. Esta etapa también proporciona las condiciones para la estimulación de la fotosíntesis y otros cambios fisiológicos.

Fase 4: Aclimatación ex vitro.

Las plantas se transfieren del frasco en el laboratorio a sustrato inerte en el invernadero de aclimatación. Las condiciones de los primeros días deben permitir los cambios fisiológicos requeridos para el crecimiento ex vitro autotrófico: formación de las cutículas de cera, funcionamiento de los estomas y desarrollo de nuevas raíces funcionales.

Micropigmentación del pistacho

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